lunes, 21 de enero de 2013

Cary Grant, Irrepetible





Quien podría quedarse indiferente y no sucumbir ante un hombre así?
Uno de los mejores actores de los que ha disfrutado Hollywood y el mundo.
Genial, versátil, increíblemente atractivo, y con una elegancia difícilmente igualable.
Su mirada te dejaba kao en el primer asalto, pasaba de ser seductora a familiar, burlona y finalmente enigmática.
He leído recientemente el libro que una de sus ex esposas y madre de su única hija ha escrito sobre el.
Diane Cannon, una mujer que aun hoy,  a sus setenta y muchos años resulta muy infantil en sus conclusiones,  y que presenta en su libro de vivencias titulado "Querido Cary" parte de su romance y tortuoso matrimonio, a mi parecer omitiendo abundante material interesante.



Su filmografía es una de las mas conocidas y de mayor calidad.
 Trabajó con los mejores directores de su tiempo en papeles inolvidables, verdaderos clásicos de la historia del cine de todos los tiempos.  
                  

Aunque en sus biografías se reitera el hecho de que fue Mae West su descubridora, eso dista bastante de la realidad,  y a el no le gustaba nada que la historia se contara así,  pues cuando rodó junto a la basta rubia, ya había participado en algún que otro musical,  y  en varias películas como “Esta es la noche” dirigida por Frank Tuttle, y junto a Marlen Dietrich en la "Venus rubia" de Josef Von Stemberg.
La vulgar West dijo de el en una ya mítica frase,  que si sabia hablar se lo quedaba..
lo que es cierto es que la tremenda rubia, exigió a los productores de dos de sus películas, que incluyeran al apuesto Cary al reparto de las mismas como condición indiscutible,” Lady Lou”, y “No soy ningún ángel.”
La carrera del actor de origen británico,  comenzó entonces a subir como la espuma, y llegaron papeles míticos junto a la joven Katharine Hepburn, Irene Dune, y Carole Lombard.
Los mejores directores de la época se lo disputaban, George Stevens, Hawks o Cukor, que le brindo papeles como el irónico ex marido de Hepburn en "Historias de Philadelpia", o aquella deliciosa, aunque algo cursi, “An affaire to remember” junto a Deborah  Kerr,  aquí conocida por el dramón romántico “Tu y yo”.
Su filmografía daría para confeccionar una de las mejores enciclopedias del buen cine de todos los tiempos,  Alfred Hitchock lo dirigió en varios de sus éxitos, “Sospecha”  junto a Joan Fontaine, la magistral “Encadenados”con Ingrid Bergman como partenaire, y las conocidisimas, “Atrapa a un ladrón” y “Con la muerte en los talones”.



Cary Grant, decidió retirarse cuando nació su hija, entre sus últimos trabajos no nos olvidamos de “Charada”  junto a la dulce Audrey Hepburn, en un delicioso rodaje en París, “ Operación Whisky” con Lesli Caron y “Apartamento para tres”.

Buen cine para dar y tomar, e interpretaciones magistrales que jamás fueron premiadas con un oscar, incomprensible, injusto y vergonzoso, la academia lo castigaba una y otra vez, por no simpatizar con algunas, o muchas de sus actitudes.
Grant es y sera el actor completo y natural, al que solo había que enfocarle y dejarle hacer.
Tenia una voz cálida, con un acento que no era ni de Inglaterra ni de América,
sabia cantar, bailaba como nadie,  y sus interpretaciones pasaban de la comedia al suspense, sin perder ni un ápice de talento.

Cuando llegaron nuevos aires en la hasta entonces hipócrita y encorsetada academia hollywoodense, se hizo justicia,  y pudo disfrutar del merecido oscar que se le otorgó en  honor a su modélica  carrera, una de las mejores e irrepetibles del cine.


Se ha hablado mucho sobre la vida sexual del actor, de sus posibles relaciones con hombres,  no voy a entrar ni de puntillas en ese terreno tan íntimo, solo comentar que era un hombre como para disfrutarlo.




De su trayectoria amorosa si me gustaría plasmar algo, pues realmente fue apasionante y apasionada.
No creía en el matrimonio, pero lo intento cinco veces, las afortunadas fueron por este orden, Virginia Cherrill, a la que conoció en la casa de la playa de Randolph Hearst,
el matrimonio tan solo duro siete meses,  y la esposa alego mala conducta de Grant hacia ella, se divorciaron al año de casados. 
Barbara Hutton, con la que en un principio les unía una desdichada infancia.
Cary siempre se porto de forma ejemplar con su mujer, y llego a tener una muy buena relación con el hijo de esta, dando a la millonaria su mejor matrimonio, y una estabilidad que la variable Hutton no volvió a conocer,  el no pidió nada después de su divorcio, aunque Barbara parece que le compenso económicamente.
Betsy Drake fue la tercera, con la actriz disfruto de un largo matrimonio, casi doce años juntos,
y trabajaron en títulos de éxito como "En busca de marido" y "Hogar dulce hogar".
Al poco de su divorcio con Drake, un ya maduro Cary se encapricho de la joven aspirante a actriz de nombre Dyan Cannon.
Al parecer el interesante galán,  no encontró  una vez casado, las cualidades que en un principio pareció ver en la inmadura e inexperta Diane, que se sintió desbordada en una relación para la que no estaba preparada, aun así,  fue la única de sus esposas que le dio una hija.
El matrimonio acabo tres años después de su boda en las Vegas, sumiendo a la joven madre en una importante depresión.
               
Con  Barbara Harris, una bella y estilosa mujer, que nada tenia que ver con el ambiente del espectáculo, encontró la paz y felicidad hasta el último día de su vida.




Entre sus grandes amores,  se cuenta que vivió un romance con Grace Kelly, y que se enamoró perdidamente de Sofia Loren cuando rodaban en España “Orgullo y pasión”, y donde la italiana ya se hallaba comprometida con el director Carlo Ponti.
Al año siguiente volverían a coincidir en “Cinthia”, donde la química entre los dos actores era  mas que evidente en todas sus escenas juntos.
Grant amaba la discreción, su infancia fue trágica y oscura, y  arrastro sus consecuencias durante toda su existencia, algo que le marco negativamente y que parece que solo llego a superar al final de sus días.
Fue elegante hasta la saciedad, nadie lo fue tanto, lo fue también en la vida, aunque muchas de sus mujeres lo tacharon de egoísta y de extrañas conductas, ahora alguna se arrepiente de no haber aprovechado el tiempo a su lado.
Era un excelente jinete, de maneras exquisitas, un hombre que se hizo a sí mismo, que se fugó con una compañía de titiriteros cruzando el Atlántico huérfano de familia estable,  y sin una libra en el bolsillo.
Lo que si supo aprovechar y disfrutar según palabras de su propia hija, fueron sus momentos junto a ella.
Jeniffer Grant  habla con admiración y amor de la relación con su padre, y de los años que lo tuvo a su lado.



Su físico jamas se altero, seguía siendo atractivo con ochenta años, el sueño de todo mortal.
Era el prototipo perfecto de padre, hermano, amigo, marido y amante.


Archibald Alexander Leach, un hombre elegante que nació un dieciocho de enero de 1904 en Bristol, en un entorno triste y hostil,  y se convirtió en el hombre y el actor mas distinguido de todos los tiempos.
Irrepetible.






                                  Hasta siempre Cary.